(En este bonito dibujo a todo color se recrea la manera en que elementos naturales de la Naturaleza se van combinando de manera tan azarosa como increíble para producir, con el tiempo y una caña, primero ADN y ARN, y de ahí los primeros bichos unicelulares. Observen que en toda la secuencia está formada por esferas. es decir, por entes con membrana que aisla del medio, ya que sin esta, no hay nada que rascar).

Muy buenas. En el artículo anterior rematábamos la cosa del pensamiento científico versus los mil y un pensamientos mágico-religiosos. Acabábamos con una triste impresión: estos últimos se estaban imponiendo al primero en muchas partes del mundo. Ahora es hora de examinar la Evolución humana. Y para enfocar correctamente la cosa, e ir con método, hay que empezar preguntándose qué carajo es la vida y cómo surgió. ¿Cómo pudo surgir vida de materia inerte? Un rollo farragoso y con bastantes sombras. Pero necesario.

Cualquiera que pretenda adentrarse en el origen y evolución del hombre, debe empezar por el rollo de la vida y tal. ¿Cómo carajo surgió la vida de la materia inerte? Para abrir boca, yo siempre pongo el ejemplo de los virus. Un virus es un tipo tan pequeño que si se cae de una mesa se rompe el pescuezo (parafraseando a un ínclito ministro de Sanidad). Vive de manera parasitaria en las células, de las que obtiene la energía necesaria y que utilizan para reproducirse, al tiempo que escupe toxinas diversas. Pues bien, cuando el virus no puede chupar energía cristaliza, es decir, que deja de vivir. Y cuando hay nuevas condiciones favorables, vuelve a la vida, y continúa jodiendo todo lo que puede. En el escalón más bajo de la vida vemos, pues, que la frontera entre esta y lo inerte es imprecisa, equívoca y movediza. Pero la cosa es polémica dado que los virus no se reproducen por sí mismos, por lo que no se les considera organismos vivos (Miller). Pero se mueven, y mutan a toda leche.

Sin embargo, todavía no hemos llegado a determinar cómo unas biomoléculas –ácido ribonucleico, por ejemplo- y que están en Corea del Medio –ni vivas ni muertas-, empiezan a auto-replicarse, metabolizar cosas (glucosa en energía cinética, por ejemplo), evolucionar en el tiempo hacia otras formas,  y tal. Eso es más o menos lo que entendemos por vida en sus primeros escalones. Pero de pasar, pasó. De lo contrario no estaríamos aquí.

Y ahora la maldita preguntita: ¿Qué carajo es la vida?

Dejemos que nos iluminen los clásicos:

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
Una sombra, una ficción,
Y el mayor bien es pequeño,
Que toda la vida es sueño,
Y los sueños sueños son.
                                           (Calderón de la Barca).

(Nuestro príncipe del teatro aúna en genial síntesis la mecánica cuántica con la biología evolutiva, para ofrecernos una visión descorazonadora de la cosa. No obstante, si, un suponer, la representación que se hace un chimpa de la rama a la que se quiere asir no se correspondiera con una realidad tangible, los chimpas no existirían (François Jacob). Y tampoco nosotros ni los ornitorrincos y demás bichos del Corral. Recibir y procesar las señales que nos vienen del exterior vía sentidos es vital para la supervivencia de cualquier especie. Pero no adelantemos acontecimientos, que tiempo habrá para tocar esos espinosos asuntos).

Primer misterio de dolor. Para empezar, la vida es una cosa más rara que un elefante azul con tres trompas y seis orejas, en un lado cuatro y en el otro dos. Según nuestros conocimientos actuales, lo que impera en el Universo es la materia en diferentes estadios energéticos y cantidades de movimiento y por ahí. Es decir, cuando los astrofísicos otean el Cielo no ven pinos o calamares sino estrellas petando energía como lelas y bailando el cha-cha-cha cósmico.

En segundo lugar, la vida no ha existido siempre en la Tierra. Sabemos más o menos cuando se inició, y los azares terroríficos de su evolución. Pero hubo un tiempo en que aquí no había vida, y llegará un día que se acabará. También fijo. Puestas así las cosas, la vida puede ser vista como un fenómeno –follón, mejor dicho- perecedero, circunstancial. Un capítulo más en la historia del Universo que nos ha tocado en la rifa. Si damos crédito a científicos como Ken Nealson, la vida no sería más que una equivocación en el conjunto del Universo universal. Pero hay otros que opinan todo lo contrario: que esa equivocación es muy común en el Universo (Sagan, sin ir más lejos). Monod remata la cosa señalando que la vida es un accidente en la historia de la Naturaleza, y ajena a esta. La vida, así concebida sería fruto de unos procesos no deterministas (al revés de como sucede, por ejemplo, en los movimientos planetarios), en los que el factor aleatorio, casual, azaroso, sería determinante. (Ilia Prigogine). 

Los seres vivos están compuestos de materia inerte, no viva. Ese detallito se suele olvidar y es imprescindible para no decir chorradas sobre la cosa. Es decir, que nosotros estamos compuestos de elementos químicos que se encuentran a patadas por ahí de todos lados. Lo original y sorprendente es que de una peculiar y precisa combinación de ellos resulten tipos que se mueven y hacen sudokus. Pero somos materia: Polvo eres…, dicen solemnemente los curas en los entierros. Materia y energía, materia y cultura, animales y cultura, primates y cultura, simios y cultura, homos y cultura, cuñados y cultura. Ni más ni menos. La magia, el misterio y el milagro no solo está en el qué, sino también, y mucho también, en el cómo narices unos elementos inertes forman especialísimas y complicadas moléculas que se auto replican: el ADN y el ARN, los ácidos nucleicos primordiales: los que ordenan replicarse a moléculas de carbono, oxígeno, nitrógeno, fósforo, azufre… Y todo el proceso participado por una cantidad respetable de energía, la cual cambia de forma. La vida así entendida debe tener algún tipo de mecanismo que le permite que una clase de energía se convierta en otra (Nealson). Uséase: las petunias, un suponer, transforman la energía del sol en energía químico-orgánica mediante la fotosíntesis (un fenómeno cuántico donde los haya, y que explica por sí solo la aparición de la vida en nuestro Corral). Y dale que te pego. La vida es capaz de almacenar energía química en las células para utilizarla más tarde (Dorion Sagan). De la fotosíntesis doy noticia más adelante, dada la importancia que tiene en la cosa de la vida.

​Police fue un grupo importante en los 80, y creó una serie de baladas míticas.