Las Relatividades de Einstein contadas por un australopithecus afarensis (3)

Las Relatividades de Einstein contadas por un australopithecus afarensis (3)

divendres 01 de gener 2016 - 18:15 a dissabte 04 de juny 2016 - 16:15

Bueno, bueno, bueno. ¿Qué tal fue la Nochevieja y la entrada en 2016? ¿Agotaron las preciadas reservas de cava/champagne? ¡Feliz Año Nuevo!

Memento meditabundo. En la relatividad Especial/Restringida, que es la que examinamos ahora, se analizan los cuerpos con movimiento uniforme (en caída libre, que no quiere decir que caigan). Es decir, aquéllos no sometidos a la influencia de la gravedad. Sin duda ustedes habrán visto vídeos en los que aparecen los astronautas de Estación Espacial Internacional flotando como lelos debido a la ingravidez. Pues eso. Y la ingravidez se vuelve grávida cuando dejan el movimiento orbital uniforme de la estación y se dirigen a la Tierra a toda pastilla con velocidad varible. Entonces actúa la velocidad variable y la gravedad.

La luz siempre arrea a la misma velocidad en el vacío, indistintamente de desde dónde se mida y de la velocidad que lleve el medidor; y de la velocidad que lleve elmedidor, repito. Y la de la luz es de 299.792,458 Kilómetros por segundo. Es decir, que va que se las pela. ¿Se hacen una idea de cómo arrea la luz? Ahí ya entramos en el terreno del tío Albert: el de las grandes velocidades y los grandes espacios. Velocidad de la luz y Universo van de la mano: si la luz fuera a la velocidad de un tractor, el espacio sería un caos inmanejable. Segunda conclusión: nada del mundo mundial puede ir a la velocidad de la luz, y mucho menos superarla. Bueno, hay tipos que hablan de unas partículas llamadas taquiones (supralumínicas) que violarían ese límite; pero por ahora son solo hipotéticas. (En mi blog de física de Partículas reseño otro fenómeno que parece contradecir esa ley universal: el Entrelazamiento cuántico).  Por cierto, si ustedes van por el espacio a una velocidad constante, no notarán en absoluto que se están moviendo; a no ser que dispongan de un punto de referencia.

A medida que un cuerpo va aumentando de velocidad, su tamaño disminuye, mientras que su masa y energía aumentan; la cosa es así hasta tal punto que si dicho cuerpo alcanzara la velocidad de la luz, su tamaño sería cero, y su masa y energía infinitas. Más claro, el agua, ¿no? Lo cual es imposible y no puede suceder jamás de los jamases. Lo cual hace imposible que un cuerpo vaya a la velocidad de la luz. Bueno, dejemos que hable el maestro Feynman, que sabe un poquito más que yo: ¿Qué ocurre si una fuerza actúa sobre un cuerpo durante un tiempo ilimitado? En mecánica newtoniana el cuerpo iría adquiriendo velocidad hasta alcanzar la velocidad de la luz. En relatividad esto es imposible. He insinuado que la masa aumenta con la velocidad, según los cálculos de Einstein (comprobados experimentalmente), eso ya de por sí es desconcertante; pero esperen a que les diga lo mejor: no aumenta el número de átomos de la materia en cuestión, sino que aumenta la materia que poseen esos átomos; pero ese aumento no es real, es una cuestión de medida (Asimov), pues el único que percibiría ese aumento sería el observador externo. ¡Hay que joderse, timonel!

Otra cosita tranquilizadora del asunto (y muy  lógica, faltaría más): si cualquiera de ustedes viajara a, pongamos, 100.000 km. por segundo, lo habitual, vamos, y desde atrás se emitiera un rayo de luz en la dirección y sentido de su movimiento, el rayo se acercaría a a 300.000 km. por segundo (que es su velocidad) y no a 300.000 menos 100.000 (es decir, a 200.000 km./s), que sería lo lógico y lo educado. Pues eso. Otra menudencia: la luz es desviada/atraída por la gravedad de cualquier objeto con masa. Normal, ¿verdad? Pues así, todo.

c). El espacio y el tiempo no existen por separado, ya que forman una unidad de destino en lo universal (como la España falangista): el espacio-tiempo. Esto es, que el Universo dispone de cuatro dimensiones: tres espaciales (largo, alto y profundo) y una cuarta, el tiempo, que se halla íntimamente unida a las espaciales; que van todos en el mismo lote, como los de Navidad Pero no se levanten de sus asientos, que la función continúa: el espacio-tiempo ya no es un mero escenario pasivo en el que pasan todas las cosas: es un actor como cualquier otro, y sus valores varían; de ahí que empleemos el término relatividad al referirnos al espacio-tiempo. ¿Vamos bien, alguno se ha mareado? A medida que aumenta la velocidad de un cuerpo, el tiempo pasa más lentamente que cuando está en reposo aparente. El tiempo, doncs, varía según la velocidad a la que se viaje, y el tiempo de dos personas es distinto si sus velocidades también lo son (Paul Davies). A ver si aclaro un poco el sidral. Hemos pontificado que espacio y tiempo están unidos. En efecto, todo lo que se mueve por el espacio –y se mueve absolutamente todo de todo total-, invierte un tiempo en desplazarse (hacia ningún sitio, todo sea dicho). Uséase: que el movimiento necesita que el espacio y el tiempo se manifiesten a la vez, pero de manera diferente: a mayor velocidad, el tiempo es menor; y al inrevés, o por ahí.

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Sobre l'autor

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Salvador Martínez. Jubilado inquieto y curioso, que se pasea por una de las más apasionantes fronteras del conocimiento humano. Ante notario ha dejado escrita la frase que debe esculpirse en su lápida funeraria: "Aquí yace un tipo que dedicó su vida a comprender este mundo y sus alrededores. Fracasó." Y otra debajo: "Es la primera vez que hago un viaje sin tener ni idea de adónde voy"
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