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La degradación de La Mariola
Año tras año los vecinos de La Mariola sufrimos las consecuencias del abandono del barrio por parte de La Paeria. Al problema endémico de la alta tasa de paro y la marginalización se une la gravedad del tráfico y consumo de drogas incluso a plena luz del día.
En numerosas ocasiones he tratado de explicar esta problemática con el fin de encontrar una solución; tanto a la ex-regidora del barrio, señora Sara Mestres y a la Guardia Urbana; como en numerosos escritos a la OMAC, recibiendo siempre la misma respuesta: si acude la Guàrdia Urbana y no constatan el consumo de drogas no pueden hacer nada.
Mientras, al no atajar esta problemática de raiz las consecuencias se agudizan, haciendo del barrio un lugar cada vez mas degradado para los vecinos; la plaza donde antes se sentaban los vecinos a socializarse ahora esta tomada por jóvenes y no tan jóvenes alcoholizándose, drogándose a todas horas incluso delante de niños, con las consecuencias que esto conlleva: gritos, peleas, gente cantando a viva voz hasta las tantas, sus perros ladrando y defecando en cualquier sitio. En nuestra finca incluso los vecinos hemos llegado encontrar a drogadictos fumando y pinchándose heroina, lo cual no vimos ni en la peor época de los 80-90, en pleno auge de su consumo.
Estas son las consecuencias de la desídia durante años tanto por parte de La Paeria y de las distintas formaciones políticas, como por unas AAVV del barrio nada contestatarias pero bien untadas con subvenciones que en algunos casos ni siquiera presentan justificacion de ésas ayudas (Algo reconocido por el propio Síndic de Greuges de La Paeria con respecto al 2013 y que en cualquier otra ciudad sería motivo de éscandalo mayúsculo)
Sólo se acuerdan del barrio en época de elecciones y luego "las promesas se las lleva el viento"; como cuando en el 2007 el alcalde señor Ángel Ros prometió la construcción de un polideportivo que siete años después se convirtió en "una pista deportiva reutilizada", teniendo que aguantar encima el cinísmo de que acudan a la inauguración los representantes socialistas como si inauguraran un nuevo Estadi Olímpic. O bien el prometido Museu de la Ciència i del Clima, que debía "dignificar i posar en valor el barri de La Mariola" y del cual sólo queda su estructura fantasmagórica como metáfora del particular "cuento de la lechera" del Alcalde.
Mientras, los vecinos de La Mariola vamos tragándonos nuestra impotencia al ver que el barrio se degrada cada día más haciendo que la convivencia vecinal sea algo prácticamente imposible; ¿La Paeria?, ni sabe ni contesta, y lo que es peor, ni se le espera.