Los ombligos de Adán y Eva y las manzanas de Barbens

Los ombligos de Adán y Eva y las manzanas de Barbens

dijous 07 d'abril 2016 - 17:30 a dilluns 01 de maig 2017 - 00:45

(Quería poner un dibujo de Adán y Eva en el Paraíso a punto de zamparse la manzana, pero tras una media hora larga, el sistema continúa diciendo que no tiene el fomato permitido -sí que lo tiene- o pesa más de lo aceptable -pesa menos). 

 

Muy buenas. Parece que ya entramos en la primavera, ¿no? Dedico varios artículos a las visiones religiosas y a la científica, ya que el nacimiento y evolución de los seres vivos es el escenario central de confrontación (más bien de choque) entre ambas modalidades de conocimiento. No obstante, no es en absoluto mi intención demostrar que la ciencia es muchísimo más fiable y seria que las religiones en lo que respecta a conocer la realidad (menuda palabreja…). Esto es: que las explicaciones que da una religión sobre el Mundo, no tienen valor probatorio ni experimental alguno. Ni caso a esas fábulas para ignorantes.  

¿Pueden coexistir ciencia y religión en una misma estructura cultural? Por parte de la ciencia, no hay ningún problema en aceptar que haya unos tipos que crean que el Mundo lo ha creado el Gran Papú o quién sea; ya que la creencia no es objeto de conocimiento científico. Por el contrario, las religiones soportan muy mal que haya otra forma de ver la realidad que, poco o mucho, les desmonta el chiringuito. Y cuando pueden, ¡zas!, persecución a los librepensadores y demás fauna en peligro de extinción.

La ciencia es el método para decidir si aquello en lo que decidimos creer se basa en las leyes de la Naturaleza o no (Marcia McNutt). Así de sencillo y de clarito (aunque yo hubiera cambiado la palabra creer por conocer). ¿Qué provoca un terremoto, Alá o los movimientos tectónicos y demás? Pues lejos de haber consenso en la respuesta científica, cada vez hay más gente que lo atribuye a Alá o a Jehová o al Gran Papú.

Pero no todo son malas noticias. El Vaticano ha hecho un aggiornamento al respecto y acepta, con buen criterio, la teoría de la Evolución. (Qué remedio le queda a estas alturas de la función…). Con un pero, por supuesto: que hubo un momento en el que el Creador infundió alma inmortal a unos homos muy arcaicos. Con todo, esa actualización de la Creación tiene algunos puntos débiles. Por ejemplo: ¿por qué dios se fijó en un tipo especial de homo y no en otro? (había varios para elegir). ¿Si Dios infundió el alma a unos tipos en un momento dado, debe entenderse que sus padres no la tenían y no eran más que simios alelados? ¿Los neandertales tenían alma/conciencia o el Creador no se la adjudicó?, porque humanos lo eran, y mucho. En fin, un jaleo. Actualmente han surgido sectas que defienden que el ser humano fue creado por extraterrestres. Éramos poco y parió la abuela. ¡Bienvenidos al mundo de la magia y las religiones!  

Por suerte tenemos a Stephen Gould para iluminar nuestras incertidumbres: la ciencia es la búsqueda de los hechos y leyes de la Naturaleza; la religión es una búsqueda del sentido último de la vida y de valores morales que la ciencia es incapaz de aportar: los científicos estudian cómo van los cielos y las religiones cómo ir al cielo. Conclusión, ambas áreas del conocimiento colonizan –o deberían hacerlo- territorios diferentes: ni la ciencia puede inmiscuirse en los asuntos religiosos, ni las religiones deberían dar explicaciones de fenómenos de los que solo la ciencia puede aspirar a conocerlos. Y, por supuesto, la ciencia no puede certificar ni negar la existencia de un ser superior y omnipotente: no está dentro de los trabajos asignados; y vicevuersa.  ¿Se sigue este razonable planteamiento en la práctica? No, padre, ni por asomo. En absoluto. Ahora mismo hay una lucha a muerte entre los dos tipos de conocimiento, con el sano propósito de imponerse el uno al otro. Y me temo que gana la religión. ¿Existe un Director de orquesta en este follón estridente del Universo? ¿Por qué no o por qué sí? ¡Apaga!

La visión bíblica de la Creación del ser humano continúa siendo la más frecuentada.

​Rick Wakeman​ fue un compositor talentoso, brillante. Pero las drogas y el alcohol pulvrizaron su carrera y su vida.

Comparteix-ho

Sobre l'autor

imatge de Vidaydestino
Salvador Martínez. Jubilado inquieto y curioso, que se pasea por una de las más apasionantes fronteras del conocimiento humano. Ante notario ha dejado escrita la frase que debe esculpirse en su lápida funeraria: "Aquí yace un tipo que dedicó su vida a comprender este mundo y sus alrededores. Fracasó." Y otra debajo: "Es la primera vez que hago un viaje sin tener ni idea de adónde voy"
Segueix-me :

Altres entrades del autor