Out of Africa

Out of Africa

dissabte 27 de setembre 2025 - 20:00
Out of Africa

Siempre que veo esta película ocurren cosas que no sé explicar. Tal vez ahí resida en parte la magia del cine: nos coloca un espejo en el que mirar, incluso lo que no queremos o podemos ver. Es una película que me sé casi de memoria, una práctica intensa del inglés y un regalo para los sentidos. Probablemente también active mecanismos internos a los que no soy capaz de acceder para dar rienda suelta luego a la palabra. Cada vez que la veo percibo algo distinto. Cada vez me fijo más en los gestos, en los movimientos y trato de comprender los silencios que se procesan sobre todo los dos protagonistas. Suena a vacilada, pero creo que entiendo la lengua de los kukuyu. 

A pocos días de la muerte de Robert Redford la he vuelto a ver, sabiendo que él ya no está, y a pesar de que el último visionado lo hiciera hace relativamente poco. Suelo dejar bastantes meses pasar y a veces no la veo entera. Siempre suelo saber cuándo tengo que mirarla, es como una medicina. En más de una ocasión me he propuesto verla con boli y papel a fin de anotar todo aquello que capte mi atención pero siempre acabo atrapada por la imagen y por la música de John Barry. Es una historia que no te permite hacer nada más al mismo tiempo. Y confieso que ni siquiera he sido capaz de verla acompañada en los últimos diez años, tal vez porque al poco de empezar ya estoy llorando. 

Son los paisajes abiertos, el infinito proyectado, tan perfecto, en los límites de una pantalla.

Son los diálogos que sugieren más que dicen, que muestran más que explican.

Son las alusiones históricas a un modelo social imperante que devora a otro, pero que no lo aniquila por completo porque hay cosas imposibles de hacer desaparecer. Aunque esto se ponga contínuamente en cuestión, acaban ganando los que más tienen y parece que el pensamiento único de una supremacía occidental, blanca y adinerada, prevalezca. Podría casi asegurar que eso es solo lo que parece, porque, en el fondo, no es así y por eso necesito verla tantas veces.

Son los silencios que confrontan a los dos personajes y a sí mismos, al inevitable cuestionamiento de sus propias creencias, de sus propios objetivos tan aparentemente tan bien forjados. 

Pero sobre todo, Out of Africa es una muestra de cómo esa fuerza arrebatadora del amor es capaz de ponerlo todo patas arriba para dejarlo luego en un lugar más genuino, más "suyo", una fuerza que nos zarandea y recuerda que no somos nada y lo somos todo al mismo tiempo. La fuerza y la vulnerabilidad cogidas de la mano consolándose. 

Tal vez porque yo también tuve hace mucho tiempo una casa en África.

Lo único que podría reprocharle a la película es que no sea más larga, pero esto también nos recuerda, por mucho que nos pese, que nada es eterno. Y que incluso cuando algo se acaba, no acaba de verdad, porque reverbera en ese espacio donde vamos a parar todas las almas, incluso las de aquellos que no creen. 

 

 

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Sobre l'autor

imatge de Maite Alarcón Iglesias
Bibliòfila, pelegrina, teatrera, políglota també del silenci.
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