Montse Martín: "Ser gimnasta es tener superpoderes y cuesta aceptar que los pierdes"

LLEIDACOM / Amaia Rodrigo Arcay
Publicat: 
19-12-2019
Actualitzat: 19-12-2019 8:27
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  • Montse Martín: "Ser gimnasta es tener superpoderes y cuesta aceptar que los pierdes"

Va convertir-se en gimnasta en el moment en què, amb 5 anys, va veure una exhibició de rítmica a les instal·lacions del Sícoris Club. Era el que feia a casa, volteretes o el pi i ballar. Tot junt. Diu que no ha tornat a sentir mai sensacions tan intenses com acabar un exercici i saber que ho havia fet bé. Va ser campiona del món i, tot i que qui guarda les medalles és son pare, ella guarda els records i l'orgull d'una experiència que li ha marcat la vida. Ha hagut de reinventar-se com a dissenyadora gràfica i il·lustradora però el repte que més li ha costat és superar el tràngol d'acceptar que el seu cos mai tornarà a fer el que va arribar a fer. Envoltada de dones fortes i referents, el concepte de dona la fascina i entèn que el feminisme és una conseqüència d'entendre el món, la resta és ignorar-lo. Confia en la humanitat i empatitza fins a les últimes conseqüències, somriu i entre totes les definicions que podria triar d'ella mateixa, es queda amb la de mare. La Montse Martín, que de jove fugia de l'etiqueta d'exgimnasta per l'estigma que suposava, recupera a les seves il·lustracions i a través d'un llibre fet amb son germà -Pinceladas de rítmicala bellesa d'un esport que adora.

Hem passat una estona al club que la va veure créixer com a gimnasta i mirar la vida des dels ulls d'algú que ha estat superheroïna.

  • Presenta't. Qui és la Montse Martín?

¡Buf! ¡Qué difícil! (Riu) Soy lleidatana...

No sé cómo describirme en la actualidad. Soy diseñadora e ilustradora. En mi vida me ha marcado mucho toda mi experiencia como gimnasta en los primeros años y hasta los 18. Después ya me metí en lo que es todo el mundo del arte. Es lo que me ha movido en los últimos años.

No sé qué más. Tengo 45 años recién cumplidos. Estoy muy unida a mi familia. Tengo un hijo de 12 años y mi chico, Marc, que es de los Estados Unidos. Soy madre. Quizás empezaría por ahí. Des de que he sido mami es lo que más me describe porque es lo que me preocupa. Lo demás es trabajo que es bastante vocacional. Me hace sufrir porque soy autónoma y como todos los autónomos de este país freelance y artistas tengo todos los puntos para ser pobre y desgraciada. (Riu)

  • Pero no eres pobre y desgraciada.

No. Soy muy rica en muchas cosas. Me siento muy afortunada en la vida. Pero se pasa mal con la incertidumbre laboral y económica. Pero es que lo llevo en la sangre. Mi madre y mi padre son artistas y siempre me han inculcado que me dedique a algo que me gusta y no es fácil cuando tocas el terreno artístico que es tan incierto.

  • La gimnàstica t'ha marcat molt tot i que has passat de puntetes en la presentació, ha estat un puntal a la teva vida, no?

Sí. Lo que pasa es que miro atrás y a la edad que yo tengo los años en los que fui gimnasta no suponen una proporción muy grande. Antes sí que podía decir que la mitad de mi vida había sido gimnasta. Ahora, no. Por las casualidades o porque la vida es así, como un círculo, he vuelto al mundo de la rítmica y me vuelvo a sentir integrada en este mundo que fue tan importante para mí, sobre todo porque la adolescencia y la juventud es lo que marca tu carácter y esos recuerdos tan fuertes para mí están unidos a la rítmica.

  • Com vas començar?

Yo recuerdo que era una niña muy movida, bailaba, daba volteretas, hacía el pino... Éramos socios del Sícoris porque mi padre era atleta y con 5 o 6 años vimos una exhibición de gimnasia rítmica y yo le dije a mi padre que quería hacer eso que era un baile y, a la vez, era gimnasia con pelotas y aros. Me parecía lo más chulo. A los 4 días ya estaba entrenando. Parece ser que desde el principio vieron condiciones en mí y empecé a competir.

Montse Martín, a la pista del Sícoris Club de Lleida, que tantes vegades va trepitjar de nena per entrenar.
  • Com és decidir dedicar-se a l'esport d'elit?

No es una decisión. Decides venir a entrenar como una extraescolar porque te gusta y cada vez te lo tomas con más compromiso porque hay competiciones. Una cosa te va llevando a la otra. Como es algo que te gusta hacer no te planteas dejarlo y si tus padres te animan, continúas. Sí que tienes que decidir cuando a los 13 años, te llaman de la selección catalana o española júnior para hacerte unas pruebas y tanto tú como tus padres tienen que tomar una decisión. En mi caso fue: “¿lo quieres hacer, hija? Sí. Vale, pues ya está”. No eres muy consciente de esa decisión. Lo haces porque te gusta hacerlo y disfrutas. No tienes pretensión profesional ni económica.

  • I tampoc recordes haver de posar sobre la balança els sacrificis que comportava?

No porque todo giraba en torno a la rítmica. Era lo que se me daba mejor. A parte de dibujar. Yo en el colegio sólo destacaba en todos los temas artísticos o de gimnasia. En lo que me sentía válida era haciendo rítmica. En el colegio me aburría totalmente. Y era tímida y soñadora y me entretenía pensando en los entrenamientos. Así que mis amigas estaban en la rítmica porque con el resto, no tenía muchas cosas en común. Yo no renunciaba a otro mundo fuera de aquéllo. No echaba nada de menos porque en aquel mundo de la rítmica yo me sentía válida y cómoda.

  • No ho vas viure com un sacrifici, llavors?

Cuando entré en la selección española y tuve que irme a Madrid separada de mi familia ahí ya era más mayor y era más consciente del sacrificio, que era sobre todo familiar. Siempre he estado muy unida a mi familia y lo que me costaba era vivir lejos de mis padres. No me planteaba si los niños y niñas de mi edad estaban haciendo otras cosas. La comida, que no podía comer lo que quería, y los entrenamientos que eran muy duros, fueron los sacrificios. Pero es que me había estado preparando para aquello. Era lo que quería. Además no era de por vida, son unos años muy limitados y pensaba que luego tendría tiempo de hacer lo que los demás hacían. Era una burbuja. Lo demás era secundario. Incluso el instituto era una especie de trámite administrativo porque no me interesaba. Además, éramos todavía más bichos raros porque estábamos en el barrio de la Moraleja, rodeadas de familias de niños bien que poco se habían esforzado en la vida. Y nosotras llevábamos unas rutinas y una responsabilidad importante. Teníamos otras prioridades. El instituto no era nuestra vida como suele serlo a esa edad. Para nosotros la nota era el entrenamiento.

  • Com és guanyar una medalla?

Es un momentazo. Si has ganado la medalla es que has hecho un buen trabajo en la pista y esa es la sensación que yo recuerdo: salir a la pista y en ese minuto y medio sale lo que has entrenado durante tanto tiempo. Además, casi nunca te sale todo bien en los entrenamientos. Por eso, si eres capaz de conseguirlo delante del jurado, la sensación de euforia es ahí, cuando acabas el ejercicio. Luego la puntuación y la medalla, es otra cosa porque no estás con esa euforia. El momentazo es saber que lo has hecho bien, abrazas a tus compañeras, sales del tapiz y se va toda la tensión acumulada. La medalla es cuando ya ha pasado un rato y sorprende, pero es otra emoción. El momentazo justo después de hacer bien un ejercicio creo que lo diría cualquier gimnasta. Y yo no he tendio nunca más esa sensación. Sólo lo pueden sentir los deportistas. Quizás un actor de teatro cuando acaba la obra y se siente satisfecho de haber conectado con el público y haberse metido en el papel. Pero no sé si hay sensación más intensas y gratificantes que las de un deportista.

Y más la danza, que la valoro por la libertad de expresión. Yo cuando dibujo me siento libre pero no es comparable con lo que aporta la danza. Se expresan todos los sentidos y todas las partes del cuerpo. Además se conecta con la música, que es el arte más maravilloso que hemos inventado los seres humanos. Por eso en la rítmica te sientes como un superhéroe, tienes poderes. Ese control de tu propio cuerpo no es comparable con nada. Todo tu cuerpo, incluída la mente, el sentido rítmico, todo. Es un deporte tan completo que una vez lo has practicado no lo puedes comparar con nada más. Y ahí también está el drama de las gimnastas cuando nos retiramos. Eres como una superheroína que vas perdiendo poderes por el camino. Con 45 años quedan muy poquitos. Lo que podía hacer con mi cuerpo y con mi mente ya lo podré hacer nunca más.

  • I com et fa sentir això?

Ahora soy madre y eso te confiere otra serie de superpoderes. (Riu) Es cierto que no es fácil aceptar el deterioro físico de mi cuerpo, ha sido complicado. No sólo lo es para todo el mundo porque no queda más remedio que mirarte al espejo y ver que el tiempo pasa. Para un deportista es más grave aceptarlo. No todo el mundo ha tenido en su cuerpo tal magnitud de poderes físicos. Que la vida te los arrebate así, hace que la comparación del antes y el después sea muy complicada.

  • I estàs en aquest procés d'acceptació?

Justamente ahora lo llevo mejor. Lo he aceptado del todo pero durante muchos años fue una lucha. No me ha conllevado problemas graves de tener una imagen distorsionada de mi cuerpo, pero es cierto que amigas mías han tenido que escuchar que si estoy gorda, que si no estoy en forma y morderse la lengua o insultarme directamente. Esas personas se comparan contigo. Pero no es ese el tema. Una no se compara con las demás sino consigo misma y el contraste de una persona deportista es diferente que el que sienten los demás. Alguien que está en forma puede pensar incluso que está mejor con 40 años que con 20. Pero en el caso de un deportista nunca pasa eso. Yo sentía que tenía un poder sobre mis músculos que lo recuerdo como algo excepcional que no volverá nunca.

  • I parlant de superpoders, si fossis una superheroïna, quin superpoder et demanaries?

Esta también es muy difícil! A veces lo he hablado con mi hijo. A los dos nos gustaría poder volar.

  • La figura de la dona apareix molt en la teva obra artística, és molt important per tu?

Claro. Mi mundo ha girado siempre alrededor de mujeres. Mis amigas eran gimastas, mis entrenadoras eran mujeres, mi madre era una persona muy independiente para su época, con un carácter muy fuerte. Tengo otras mujeres fuertes en mi familia. El poder femenino ha sido siempre muy importante. Y yo creo que ha estado marcado por mi paso por la gimnasia, que es un mundo de mujeres, sobre todo antes. Para lo bueno y para lo malo. Yo lo he vivido positivamente. Tengo una fascinación por las mujeres a todos los niveles. Más desde que he sido madre. Tengo una admiración por su fortaleza. Piensa que yo tengo como referentes a mujeres fuertes. Para mí, la idea de que la mujer es el sexo débil no existe. Porque no sólo me he rodeado de mujeres que eran físicamente capaces de hacer cosas que no podían hacer los hombres que estaban a mi alrededor, sino que mentalmente también hacían cosas que estaban a un alto nivel, porque la rítmica comporta una implicación mental muy importante. Por eso las mujeres me han inspirado tanto en mi obra. Además, la belleza ha tenido mucha importancia en mi vida. Me fascinan las cosas bonitas y las mujeres también las incluyo en ese concepto de belleza. La belleza de la mujer siempre me ha fascinado mucho más que la del hombre.

Y a todo eso, tengo que añadir que los hombres que tengo a mi alrededor me parecen lo más bonito del mundo. Pero es que las mujeres siempre me han parecido mucho más fuertes con un poder que deberían ejercer mucho más en la sociedad. Y ahí está la línea de mi obra, de apoderarlas. Hablo de mujeres fuertes, independientes y bellas. Todo es compatible. La belleza también es un poder de la mujer y tiene su valor.

  • Ets feminista?

Sí. ¡Claro! Todos deberíamos serlo. Soy más consciente de la importancia de serlo en los últimos años. Con el acceso a la información que tenemos, hoy en día, la gente que no se sienta feminista o a favor del feminismo es una cuestión de ignorancia. Simplemente dando la información, cambia. Es una cosa tan lógica, tan de justicia social, que es un tema de estar informado o no. Y no es tan difícil. Yo soy feminista, como mi hijo y como mi pareja. E intentamos que mi padre, también. Aunque cuanto más atrás vas, más cuesta entender ciertas cosas porque hay una parte cultural que pesa. Pero no es tarde para nadie, para poder cambiar esa visión del mundo y trabajar por un mundo más honesto tanto para hombres como para mujeres.

  • Com és reinventarse després de deixar la rítmica? Com arribes al món de la il·lustració?

A mi, por suerte, me gustaba mucho dibujar y el diseño y no tuve problemas de saber a qué dedicarme. Lo tenía bastante claro. Finalmente, hice diseño gráfico. Los problemas vienen a nivel más personal de adaptación a una vida que no tiene nada que ver con las rutinas y los entrenamientos diarios. De repente, es todo lo contrario: personas nuevas que no entienden por donde has pasado, falta de ejercicio, consumo de cosas que antes no consumías... la llegada también de las parejas, de salir por la noche, de beber... Todo es nuevo. Lo de menos es saber qué quieres hacer profesionalmente.

  • A quina edat va ser aquesta transició?

A partir de los 18. Y a parte, venir a Lleida, que estaba bien porque estaba con mi familia, pero no me motivaba porque se me quedaba pequeño. Yo venía de Madrid y de viajar mucho. Además, me sentía que llevaba un cartel pegado recordando que yo era la gimnasta. Por eso decidí irme a estudiar a Barcelona. Allí no me conocía nadie. Y durante muchos años, a mis nuevas amistades no les contaba ni que había ganado un campeonato del mundo. Yo no quería que me definiera eso. Pero ahora lo explico con orgullo, como una parte muy importante de mi vida. Me he reconciliado con eso. En aquel momento, si quería reinventarme, tenía que dejarlo a un lado, la gente me tenía que ver no como una exgimnasta sino como una persona, como una estudiante o una amiga, no siempre con la etiqueta. Además, la rítmica ha sido una gran desconocida para el público general. Quizás porque siempre ha sido un deporte más femenino. Además, ha tenido muy mala prensa precisamente porque había poca información. Entonces, decir que eras gimnasta, no daba muy buena imagen. Es triste, pero a veces en mi vida me he sentido un poco avergonzada. Digamos que no molaba mucho. Se relaciona con el tema de anorexia o con los maltratos de las entrenadoras... mis padres también se han sentido cuestionados por esos clixés. El hecho de que sea gente muy joven y todo niñas y que haya que controlar tanto el peso, influye. Además, tiene mucha fuerza en los países del Este, donde se plantean métodos de entrenamiento que yo nunca he vivido ni defiendo. Y eso le ha dado un estigma. Por suerte se ha ido eliminando, pero he tenido que explicarlo mucho.

  • I ara, com a il·lustradora també sents aquest orgull amb el que parles de la gimnàstica?

La práctica de la ilustración tiene algo muy bonito, pero es lo contrario totalmente que la gimnasia. La ilustración es una experiencia absolutamente íntima. Yo cuando me dedico me relajo, me concentro. La satisfacción de crear una imagen tal y como la habías imaginado es muy bonita, pero la experiencia es solitaria. A veces también es muy exigente, sobre todo cuando trabajas en ilustración editorial.

  • En què creus que ets especialista?

Yo creo que soy una persona muy empática. Creo que la gente cuenta conmigo por eso. Me gusta ayudar y me gustan las personas. Admiro a las personas por muchas razones, me gusta observar a la gente. Por ejemplo, a las competiciones cuando llevo el estand, más que vender nada, me gusta hablar con la gente. De hecho, todo el tema comercial se me da fatal. (Riu). A mí, lo que me gusta es hablar con los padres, con las niñas, animarlas, felicitarlas, con las entrenadoras, valorar... ¡Yo vuelvo afónica! (Riu). Y creo que doy buenos consejos que luego no me aplico a mi misma, pero creo que he sido capaz de ayudar y motivar a muchas personas en mi vida. Creo que esto viene del deporte; tengo una inteligencia emocional que he sido capaz de trasladar a las personas de mi entorno. Soy positiva e intento ver la parte buena de las personas. Esto viene de mis padres. Porque al final, todo es un tema educativo.

  • Confies en la humanitat, doncs?

Sí. Si no ya no existiríamos. Es un ying y yang. Hay una parte de maldad en el mundo. Pero creo que no consiguen destruir el mundo entero (riu) gracias a la parte buena que hay. Y claro, creo en que esa parte buena sea cada vez más fuerte. Vi un video hace poco que habla de que estar vivo es como el electrocardiograma. Sube y baja, no es plano, eso es la muerte. Y es cierto que baja, pero no estás mucho tiempo abajo. Vuelves a subir. Y por el camino pasan cosas. Y la vida es ir arriba y abajo. Si todo es plano, ¡estás muerto de aburrimiento! (Riu) Yo creo que la vida es eso: afrontar los retos e ir a por más. Ya sacarás fuerzas para continuar adelante y cuando superas un problema, te sientes bien y continúas para afrontar el siguiente, que llegará seguro.

  • Què vols ser de gran?

¡Ya soy mayor! Ojalá pudiera dedicarme a seguir pintando e ilustrando de forma más tranquila. Y dedicarme sólo a eso. Ahora, para poder vivir de mi trabajo, tengo que hacer otras muchas cosas que no me gustan. He creado la marca de productos y he disfrutado mucho. Pero las cosas que no tienen nada que ver con el diseño, la comercialización del trabajo, que es absolutamente necesaria, no me gusta. Y lo que quisiera es pasarme la mayoría del tiempo creando.

A nivel personal, me veo de viejecita junto a mi pareja viendo como mi hijo crece y se hace papá que es su sueño y tener una familia unida. Poco más.

  • Has dit que creus que dones bons consells, ens en dones algun?

Empatia. Para todo. Para trabajar, para vivir, para todo. Ver más allá en las personas. Es el mejor consejo para un artista, a una entrenadora, a una periodista, a mi hijo, a mi padre, a un político... a cualquiera. En el momento en que empatizas con otras personas, puedes entenderlas y ayudarlas. Ves la parte buena de la gente y puedes generar una energía positiva en ese entorno de donde pueden salir cosas buenas. Si no empatizas y no ves más allá de las primeras impresiones de una persona. Así es difícil conectar y cuando no conectamos es cuando se pierde todo.

A veces de tanto empatizar, me llevo decepciones con la gente. Quizás peco de exceso porque luego me cuesta gestinonar el sufrimiento que me general esas decepciones. Pero han sido pocos casos. En general, en mi vida, todas las personas que están a mi alrededor

  • Com t'acomiades?

Depende de la situación. Me gusta dar besos y abrazos. Los abrazos son importantes por la energía que transmiten. Y me gusta decir que estamos en contacto. Además, mantener ahora el contacto es más fácil con las redes sociales y la tecnología. Eso está muy bien.

Así que... ¡estamos en contacto!

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