Danzad, danzad, malditas (6)

Danzad, danzad, malditas (6)

dijous 02 de juliol 2015 - 18:15 a diumenge 01 de novembre 2015 - 04:30
Danzad, danzad, malditas (6)

 

(En esta bonita foto se ve un teléfono móvil en acción. Pues bien: su funcionamiento es debido a la codificación y descodificación de ondas electromagnéticas, sector de radio. En cuanto a la peligrosidad de su uso y abuso, no deben  preocuparse, ya que sus ondas no son nocivas para la salud, como se publica por ahí. Su longitud de onda es tan larga y su frecuencia tan baja, que su incidencia en la salud es despreciable).

 

 

Muy buenas, ¿cómo se lleva el calor? ¡Menuda bofetada!  Bueno, prosigons, que dicen los franceses. Había quedado establecido que las partículas elementales (bichos raros aparte) se agrupan en fermiones y bosones. Y que lo existente está formado, sobre todo por quarks arriba (“u”), abajo (“d”) y electrones (y pegamento Imedio). Pero esas tipas pululan y se agitan cual lelas por los casi infinitos espacios intra e inter atómicos. Es evidente, sin duda, que tiene que haber unas fuerzas que las muevan, las atraigan y las repelan. Y también unas partículas asociadas a esas fuerzas, ¡cómo no! De acuerdo al modelo estándar de explicación de la realidad (sic), se establecen cuatro fuerzas fundamentales, con sus correspondientes partículas asociadas. Examinemos la cosa con un poco de detalle, pues es ni más ni menos que la responsable última de cualquier cosa que exista, incluidos nosotros, por supuesto. ¡Ah!, las partículas portadoras de esas fuerzas se llaman bosones

Una fuerza fundamental en el mundo ultra microscópico (y en el macroscópico también), es la fuerza electromagnética (que se une con la fuerza nuclear débil, o interacción débil). Para que actúe esta fuerza, las partículas deben poseer carga eléctrica; y, ya se sabe, partículas con la misma carga se repelen, y con diferente se atraen. Esa fuerza es la responsable de los frenéticos movimientos de los electrones, de la repulsión o atracción de los átomos, moléculas, y también de la repulsión que una silla efectúa en nuestras posaderas. Sí, en nuestras queridas posaderas. Ustedes tal vez piensen que cuando se sientan en una silla, los glúteos reposan en la superficie de la silla. Pues no, de hecho reposan en el aíre, a unas micromillonésimas de milímetro de la silla; pues al poseer el mismo signo de carga, los electrones de esta y los de aquéllos se repelen. Es decir, si se pudiera manejar una hoja de papel que tuviera esa micromollonésima de milímetro, esta pararía sin problemas por entre la silla y nuestra amada retaguardia.

La partícula portadora de esta fuerza o interacción es el fotón. Es la partícula mensajera de esta fuerza. El fotón interactúa con protones y electrones, viaja a la velocidad de la luz (él es la luz) y no tiene masa o por ahí, que no hay consenso. (Ya empezamos). Y conforma el campo electromagnético, que es el responsable de esa interacción. Lo del fotón tiene mucha enjundia, y ha propiciado la formulación onda-partícula, para explicar su comportamiento. Pero de esa extravagante cualidad ya hablamos en su momento en los numeritos de magia de las partículas. Los fotones poseen distintos niveles de energía (ligados a la longitud de onda y a la frecuencia de onda), el conjunto de esos niveles constituye el espectro electromagnético (que de menor a mayor energía son: ondas de radio, microondas, rayos infrarrojos, luz visible, rayos ultravioleta, rayos X y rayos gamma). Por otra parte, los campos electromagnéticos pueden ser ultra pequeños o ultra gigantes, lo que la convierte en una fuerza que actúa en todos las escalas de la naturaleza.

La segunda fuerza que se manifiesta en el mundo subatómico es la fuerza o interacción nuclear fuerte. Su partícula portadora es un bosón denominado gluón, que ya ha aparecido anteriormente por el corral. El gluón, como su nombre evoca, es el pegamento de los quarks, lo que los mantiene unidos, pegados como lapas. Esa fuerza solo se da en distancias infinitesimales (a diferencia de la electromagnética), pero en esos ámbitos es muy, pero que muy potente. Por ello, cuando se provoca la fisión nuclear (rotura de núcleos atómicos), se libera una cantidad despatarrante de energía, como es el caso de las bombas atómicas o las centrales nucleares.

Bueno, bueno. ¿Cómo va? Yo me estoy tomando un té, aunque sería mejor que me tomara un par de gintónicos.

En este bonito vídeo, se ve lo útil y beneficiosa que es la energía solar (del espectro electromagnético)y su transformación en energía eléctrica. Lamentablemente, el gobierno del PP no lo ve así... :

https://www.youtube.com/watch?v=KKKvWNady1w

 

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Sobre l'autor

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Salvador Martínez. Jubilado inquieto y curioso, que se pasea por una de las más apasionantes fronteras del conocimiento humano. Ante notario ha dejado escrita la frase que debe esculpirse en su lápida funeraria: "Aquí yace un tipo que dedicó su vida a comprender este mundo y sus alrededores. Fracasó."
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