El abad de Montserrat no está de acuerdo

El abad de Montserrat no está de acuerdo

dissabte 13 d'octubre 2018 - 18:15 a dijous 04 d'octubre 2345 - 15:15
El abad de Montserrat no está de acuerdo

(En esta bonita foto se ve una reproducción del tumbao de la autralopithecus Lucy. Fue tomada tras enterarse de que la Universidad Rey Juan Carlos le había otorgado un doctorado en Mecánica cuántica. La mandíbula de la doctora todavía es poderosa, el arco supraciliar parece una gorra de béisbol, aunque ya dividido en dos mitades, y la nariz continúa achatada. Pero ya ha desaparecido la cresta sagital que la asemejaba a un mohicano. ¿Qué si es una abuelica nuestra? No, no lo es. La nuestra es otra de similar anatomía y maneras: la africanus. Que sí, háganme caso: descendemos de prototipos semejantes a ese. La humildad debe imponerse, añado).

En el anterior artículo dejé la cosa en que nuestros más lejanos ancestros conocimos fueron unos tipos más raros que un perro verde, a los que llamamos genéricamente ardipithecus. Ese género contaba con diversas especies, una de las cuales recogió el testigo que, con el tiempo y una caña (larga), nos llegaría a nosotros. ¿Sí? Volvamos a coger el hilo.

No sabemos si los ardipithecus Kadabba, los mejores aspirantes a primeros antepasados nuestros, ya andaban erguidos de serie, aunque solo fuera de forma discontinua. Pero ya apuntaban maneras. La gran longitud de los brazos indica que también circulaban a cuatro patas y se movían por las ramas de los árboles con soltura y tronío. Todoterrenos, vamos. Para detectar los primeros pinitos a dos patas verificados tendremos que esperar a los grandes cambios climáticos en el Este de África y al clareo de los bosques selváticos. En estas estábamos cuando apareció la simpática Lucy, una autralopitecus afarensis que sí que bipestaba; hace unos tres millones largos de años. Bueno, en lo de que iba erguida todavía no hay consenso. Si la viéramos caminar a dos patas, pensaríamos que era muy torpe e insegura, con el torso inclinado hacia el suelo.  Pero cuanto menos, sí sabemos que andaba a dos patas; y a cuatro, alternativamente.  Del género ardipithecus al australopithecus, más maqueado y saleroso ¡Se avizoraban los tiempos de las grandes revoluciones!

No perdamos el hilo: de una población de aquellos ardipitecus ramidus, surgirán los australopitecus africanus, que son ni más ni menos que ancestros ancestrales nuestros. Pero todos esos bichos todavía no son humanos, sino homínidos

Fake News. Un mito muy arraigado entre los hippies, ecologistas, pitonisas y anti-sistema es que el ser humano a lo largo de su andadura prehistórica ha vivido en comunión con la Naturaleza, respetándola y mimándola. Una versión actualizada del mito del buen salvaje. Pues no. Allí donde llegó, se cepilló los ecosistemas locales con una alegría y un empeño increíbles. Exterminaba especies locales, quemaba bosques y destrozaba todo lo que se le ponía por delante. Y si no jodía más es porque su desarrollo tecnológico no daba para más. Es decir, que desde siempre hemos sido unos cafres y unos terminators. El buen salvaje nunca existió. Únicamente el buen cafre. Hoy día, excuso decirlo, con la cosa del desarrollo tecnológico, la economía de mercado, el plástico y demás, la agresión a la Naturaleza se ha multiplicado por mil. O cien mil.

Neil Young empezó a cantar y componer cuando Viriato era corneta. Y así hasta hoy. También es conocido por sus firmes posturas humanistas y pacifistas.

https://www.youtube.com/watch?v=GLodbiQvtow

 

 

Comparteix-ho

Sobre l'autor

imatge de Vidaydestino
Salvador Martínez. Jubilado inquieto y curioso, que se pasea por una de las más apasionantes fronteras del conocimiento humano. Ante notario ha dejado escrita la frase que debe esculpirse en su lápida funeraria: "Aquí yace un tipo que dedicó su vida a comprender este mundo y sus alrededores. Fracasó." Y otra debajo: "Es la primera vez que hago un viaje sin tener ni idea de adónde voy"
Segueix-me :

Altres entrades del autor