El espacio ya no es lo que era

El espacio ya no es lo que era

dimecres 17 de gener 2018 - 19:00 a dijous 04 de gener 2345 - 13:30

Hay tipos, como Ambartsumián, que postulan que las estrellas no se forman por aglomeración de esos gases y polvos estelares, sino de la expansión de embriones de materia híper densa que quedaron como remanentes del Gran Pedo. Matemáticas aparte, que son las que mandan, ¿ustedes se creen este cuento moruno? Embriones, remanentes… ¿Esos embriones se comportarían como bujeros negros? ¿No serían esos embriones sino bujeros negros, con una gravedad gigantesca, que petan cuando han convertido toda la materia en energía? Preguntas, preguntas y preguntas. Y respuestas difíciles y provisionales; cuando las hay… 

https://www.youtube.com/watch?v=0sjTlS01kIw

(En este bonito  vídeo, se explica el Origen del Universo en versión Dios 3.0).

En segundo lugar, pero muy p’alante, aparecen las estrellas como las protagonistas del Circo: las madres de toda la materia y energía que se puede ver y medir: todo lo que podemos ver y tocar tuvo su génesis en las estrellas, incluidos los planetas y demás. Eso ya lo he dicho y lo he examinado en anteriores artículos sobre los ingredientes del Universo. Añadiré que las estrellas son muy sociables y se arrejuntan en estructuras estables llamadas galaxias; que se desplazan raspando a ninguna parte, al tiempo que rotan como un tiovivo. De galaxias vamos servidos: doscientos mil millones. Tocamos a un centenar de millones por habitante, lo cual no está nada mal y permite fardar con las amistades. Estamos de galaxias hasta el occipucio. Cada galaxia tiene un promedio de unos doscientos mil millones de estrellas, con lo que la cantidad de estrellas del Universo está a medio camino del infinito, o por ahí (Isac). Tengo para mí que las cosas que más deprimen del estudio del Cosmos son las dimensiones y las cifras.

Esas cifras marean, y mucho. Ya sé que me hago pesado, pero insisto en que lo que predomina en el Universo es el vacío, y no las grandes estructuras materiales, como ya he dicho. Las distancias vacías entre cuerpos materiales son abrumadoras, algunas inimaginables; y en aumento, dada la supralumínica y alocada expansión del Universo (Michael Turner). Pero no todos están de acuerdo con esa visión. Se dice que el Universo es bastante homogéneo y con la suficiente materia como para seguir unido. Sea como sea, tal vez tendríamos que ponernos de acuerdo sobre el significado de homogéneo y aclarar de una puñetera vez la contradicción entre expansión acelerada del Universo y capacidad de la materia –blanca y oscura-para mantenerlo unido.

No menos enjundia presenta la energía, como elemento característico del Circo espacial, junto con la materia. Y afecta a todos los bichos que pululamos por ahí fuera. A todos. En este Universo traidor nada de nada está parado. Todo se mueve de una manera u otra; generalmente de varias maneras a la vez. Verbigracia: nosotros nos movemos cuando vamos a echar la Primitiva; pero además nos movemos alrededor del Sol y damos vueltas sobre nosotros mismos por la rotación, y el sistema Solar se mueve alrededor de nuestra galaxia, la Vía Láctea, y esta peta hacia el quinto carajo de ningún sitio… También la deriva continental nos mueve por la superficie de la Tierra. Así que vayan echando cuentas de los movimientos en los que estamos incursos. Y todo gracias a gigantescas cantidades de energía que circulan, majaretas, por el espacio espacial.

Con la revolución einsteiniana, nuestra visión del Espacio ha dado un giro de 180º. Para la mecánica clásica, el espacio era el decorado en el que ocurrían las cosas. Como un escenario en el que se representaba la historia del Mundo, que era de lo que se trataba, ¿verdad? Pues no, señor. Resulta que el espacio es un actor tan activo como la materia o la energía. Interactúa permanentemente con la materia, ondulándose, estirándose, retorciéndose, hundiéndose. Y eso permite introducir a la fuerza de gravedad, que no sería más que la deformación del espacio en contacto con un cuerpo. Raro, ¿no? Pues hay más. El espacio forma una unidad de destino en lo universal con el tiempo. De manera que su expresión correcta es el espacio-tiempo. Cuando se comprime el espacio en un lugar por mor de la materia, el tiempo también se modifica: contra mayor es la deformación del espacio, más despacio corre el tiempo. (Nótese que para hablar del cha-cha-cha del tiempo tenemos que recurrir a palabras ligadas al espacio y al movimiento).

Joan Manuel Serrat siempre me pone melancólico, incluso triste.

https://www.youtube.com/watch?v=a3oj-RmeXo8

 

 

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Sobre l'autor

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Salvador Martínez. Jubilado inquieto y curioso, que se pasea por una de las más apasionantes fronteras del conocimiento humano. Ante notario ha dejado escrita la frase que debe esculpirse en su lápida funeraria: "Aquí yace un tipo que dedicó su vida a comprender este mundo y sus alrededores. Fracasó." Y otra debajo: "Es la primera vez que hago un viaje sin tener ni idea de adónde voy"
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