EL PROCÉS CONTINUARÁ TRAS LA HECATOMBE NUCLEAR

EL PROCÉS CONTINUARÁ TRAS LA HECATOMBE NUCLEAR

dilluns 27 de maig 2019 - 18:30 a dimecres 03 de maig 2119 - 08:00
EL PROCÉS CONTINUARÁ TRAS LA HECATOMBE NUCLEAR

 

(En esta bonita foto, se ve al genial Peter Sellers en uno de los diversos papeles que encarna en la no menos genial ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú. Otra obra maestra de Stanley Kubrick. Quería insertar un vídeo alusivo, pero como siempre el sistema no me ha dejado. Se trata de una comedia negra donde las haya, que relata el desencadenamiento del Apocalipsis Nuclear; e incluye una vitriólica crítica social, exquisitamente presentada. Si no la han visto, es vital que lo hagan. En Youtube se puede visionar en línea y gratis).

A lo largo de los últimos artículos he examinado las diferentes maneras de irnos a hacer puñetas como especie. De cursar baja en el Universo y pasar a engrosar la casi infinita lista de fenómenos efímeros y poco relevantes. Porque nuestra relevancia a nivel cósmico es cero. O casi. Ahora me dispongo a cerrar este capítulo con una valoración y empezar otro. El de los misterios misteriosos del Universo universal.

Un grupo de expertos en energía nuclear, entre ellos 15 Nobel’s, ha puesto en marcha un bonito y refulgente reloj simbólico. El cual, y tras analizarse diferentes variables/acontecimientos, señala cuánto tiempo de vida le queda a la Humanidad. Pero sobre todo ahora se valora lo más inminente: una guerra termo-nuclear total y el cambio climático. Pues bien, el relojito señala que solo tenemos dos minutos de vida antes de llegar al Juicio final. No, no son dos minutos como los que marcan los móviles, pueden ser meses, años, o semanas… Pero queda poco. Y lo peor es que una guerra termonuclear no se percibe como una amenaza inminente y preocupante. Y es que la cosa tiene su enjundia y su guasa: hasta los chavales menores de edad fabrican reactores nucleares en su casa. ¡Una energía al alcance de todos los bolsillos!

Estamos más preocupados por los marcianos que del Trump y su banda de forajidos; el cual cualquier día puede pulsar el botón rojo. (¿Han visto a Peter Sellers en Teléfono rojo: volamos hacia Moscú? Definitivo). Al respecto me permito recordar que tenemos arsenal nuclear para acabar con nuestra especie no una sino bastantes veces. Éxito asegurado, ya se ve. En resumen, que vivimos en la más absoluta ignorancia y despreocupación. Y eso no ayuda. ¡No ayuda nada! Nos podemos quedar chamuscados en la playa de Cambrils, con la sombrilla convertida en ceniza y el mar en hirviente sopicaldo, mientras nos preguntamos: ¿Qué pasa? Pues eso mismamente.

En el último año, he aumentado mi interés por otros fenómenos que he agrupado en un apartado de Grandes Misterios del Universo. La cosa no es baladí y tiene más tela de la que se puede cortar. Mucha más. De hecho, nuestros conocimientos son sobre todo desconocimientos. Valga la paradoja. Sobre todo sabemos lo que no sabemos, que suele remitir a aspectos fundamentales de la cuestión. Y la lista es abultada.

El progreso incesante de la tecnología nos permite abrir puertas de la Realidad –¡maldita palabreja!- que estaban cerradas. Lamentablemente, tras cada puerta abierta, aparecen dos más cerradas. O más. Al menos en mi opinión. Empezaré dando un repaso a la tecnología que nos acerca a las entrañas del Gran Corral universal. Del Cosmos que algunos piensan que es infinito. ¡Menudo panorama!

Rod Stewart cultivó con éxito una imagen de macarra-hooligan allá por los Setenta del siglo pasado. También creó algunas canciones memorables.

https://www.youtube.com/watch?v=uvvdUjTjcKc

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Sobre l'autor

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Salvador Martínez. Jubilado inquieto y curioso, que se pasea por una de las más apasionantes fronteras del conocimiento humano. Ante notario ha dejado escrita la frase que debe esculpirse en su lápida funeraria: "Aquí yace un tipo que dedicó su vida a comprender este mundo y sus alrededores. Fracasó." Y otra debajo: "Es la primera vez que hago un viaje sin tener ni idea de adónde voy"
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