En Waterloo hay marciano republicanos

En Waterloo hay marciano republicanos

dissabte 11 de maig 2019 - 17:45 a dimecres 11 de maig 3014 - 01:00
En Waterloo hay marciano republicanos

(En esta bonita pintura de William Sadler se recrea la batalla de Waterloo, para solaz y recreo de propios y extraños. Los marcianos son los que van de rojo. Tenían que vestir de amarillo, pero no les llegó a tiempo el pedido de Terrassa. Da igual. Vencieron a las malignas tropas imperiales, y montaron una república que todavía perdura).

Los hippies, los New Age y demás pirados ansían relacionarse con bichos ignotos, sin parar a pensar en sus intenciones. Nada buenas, en mi opinión. Cuando están en faena, suelen llevar en la cocotera unos cucuruchos de albal con antena incluida. Se ve que es para captar las ondas que envían los marcianos. Incluso, hay quienes dicen haber sido chuclados por un OVNI y allí les han quitado las ladillas. Como recordaba Hawking, algunas visitas terminan de una forma no muy simpática para los nativos. Sino, que les pregunten a los indios americanos qué tal les fue con Colón y su banda. Los europeos eran muy superiores en tecnología. Pero no la utilizaron en ayudarles a cultivar  zanahorias y tal, sino para liquidarlos. La extrapolación es fácil y correcta. Pensamos que una civilización extraterrestre de superior grado de desarrollo tiene que poseer un exquisito código ético para relacionarse con otros bichos. ¿Por qué tendría que ser así? Fíjense en el tío Adolf, que lanzó a la avanzada Alemania a destruir y a robar todo lo que pillaba.

Hay personas que necesitan alienarse, someter su voluntad a presuntos seres superiores, que los liberen de la dura tarea de pensar por cuenta propia y afrontar de frente y con la cabeza alta el destino. Los marcianófilos son de ese palo; y como se va viendo, son legión. Sic transit gloria mundi. Amén.

          Estos días –diciembre de 2018-, la comunidad científica se  conmocionado por un confuso y elemental informe de la NASA. Inmediatamente fue objeto de debates e interpretaciones varias. El quid de la cuestión radica en que señala que es probable que los marcianos nos hayan visitado en el pasado. Bueno, ¿y qué? Si un día nos enteráramos de que en el Sexto Pino del Universo hay un planeta con unos bichos que andan con las orejas y producen un orujo excelente, ¿en qué alteraría eso nuestra forma de vida, nuestras angustias, miedos y limitaciones? Bueno, se comprobaría que no estamos solos en el Corral. A partir de ahí solo se suscitarían hipótesis que no conducirían a ningún lado. Aunque, eso sí, los majaras de la cosa verían sus creencias fortalecidas y aumentarían sus actividades inter-galácticas. No me cansaré nunca de insistir: Más vale solos, que mal acompañados.

          Más pirados o éramos pocos y parió la abuela. Un equipo de astrónomos anglosajones ha pedido formalmente a la NASA que invierta más dinero y esfuerzo en la búsqueda de vida inteligente por ahí arriba. ¡Y dale! En lo que tendrían que esforzarse todos, visto lo visto y lo que se verá, es en buscar vida inteligente aquí, en la Tierra. Que ese sí que es un misterio misterioso del Universo universal.

Los portugueses no podían faltar a esa fiesta. Unos astrónomos lusos han encontrado la estrella gemela del Sol. La cosa va de que la mayoría de las estrellas no van solas, sino arrejuntás en parejas, formando sistemas binarios. Pues, por una causa desconocida, la gemela salió disparada y se separó de la otra hasta colocarse a 184 años luz de distancia (y de tiempo para llegar a ella, también). Pero lo que ha alegrado a los portus es la posibilidad de que esa estrella tenga un planeta orbitando semejante al nuestro. Una Tierra 2.0, para entendernos. ¿Y habría seres inteligentes en ese planeta? Por supuesto, y serían igualicos que el tío Prudenci. El que no se contenta es porque no quiere.

Por cierto, acaba de aterrizar en Marte la sonda InSight. Solo faltaría que encontrara evidencias de vida, en el estadio que sea, para dar más cancha a los investigadores de todo pelaje. Ya me veo venir una catarata evidencias de civilizaciones situadas en el Sexto Pino. ¡Ay, Señor, qué cruz!

Carly Simon, fue una cantante muy notable por allá de los 80; y estuvo casada con otro mito de la cosa, James Taylor.  

https://www.youtube.com/watch?v=ukkRG-flg20

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Sobre l'autor

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Salvador Martínez. Jubilado inquieto y curioso, que se pasea por una de las más apasionantes fronteras del conocimiento humano. Ante notario ha dejado escrita la frase que debe esculpirse en su lápida funeraria: "Aquí yace un tipo que dedicó su vida a comprender este mundo y sus alrededores. Fracasó." Y otra debajo: "Es la primera vez que hago un viaje sin tener ni idea de adónde voy"
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