(En esta bonita foto se ve a unos alienígenas tras comprobar que les han metido una multorra gorda por aparcar el platillo en zona de carga y descarga).

Cuanto más estudio el Universo, más raro me parece estar aquí (Bill Bryson).

No puedo estar más de acuerdo con la afirmación del bueno de Bill: qué raro es todo y que nosotros seamos una rareza en medio de la gran rareza. No me extraña que hayan surgido mil y una religiones para intentar dar sentido al sinsentido de nosotros en medio del vacío.

Tras recorrer unas parameras ásperas y farragosas, soportando estoicamente soporíferos rollos tibetanos, es hora de entrar en aspectos de la cosa más atractivos. Hacer un repaso a las principales incógnitas que aún guarda el Universo (y guardará) es algo sin duda más agradecido.

Para abrir boca podemos empezar dando un paseo por la densa y boscosa temática de los seres extraterrestres, protagonista de mares de tinta y miles de horas de vídeo. Tras dar un repaso a los marcianos, me centraré en la Nada. Aunque en apariencia no se puede decir nada de la Nada, se han escrito miles de páginas sobre ella; y yo no voy a ser menos, pues tiene su cosa y su enjundia. Quién lo iba a decir, ¿verdad? Pese a resistirme, he acabado por entender que reflexionar acerca de la existencia de un hipotético Dios (el retorno del Yoda) es casi obligado cuando se hace espeleología por el Universo. En ocasiones el vértigo del Cosmos nos sugiere la posibilidad de una causa primera, madre de todas las causas. Otro misterio relevante es el de la existencia (o no) de más universos: la cosa parece que va de que podrían existir muchísimos más universos amén del nuestro. ¿Qué forma tiene el Universo?  A esa pregunta responderé con algunas pistas para su correcto análisis. Los hipotéticos finales de la Tierra, y con ellos nosotros, centrarán la atención durante una miaja de artículos: las catástrofes varias que pueden enviar el tinglado terráqueo al carajo. Tampoco hay que despreciar el final que le aguarda a nuestro querido Universo; por lo que examinaré las conjeturas más acreditadas .Vaya, que no se me olvide: en un huequecito del serial, meteré el asunto de los ingredientes del Universo; que tiene su misterio y su frenesí. Los bichos raros que pululan por esos espacios infinitos también tienen su corazoncito, así que habrá que hablar de ellos: veremos qué se sabe de los quásares, de los púlsares y de los rayos gamma. Hay más tela aquí, ya se ve, que en las tiendas del carrer Major.  

PS.- Si me encuentro con fuerzas y buen ánimo, investigaré las teorías de las Cuerdas e informaré de cómo está la cosa. Pero eso será (de ser) fuera de concurso.