La magnitud del aquí y ahora
Si no existe la noche, te la inventas.
Si llueve, te mojas.
Si no hay "feeling”, das la mano y saboreas otra sensación, y si hay vas más allá dejando mover lo que ya es.
Si tu presente podría ser mejor, focalizas y disfrutas de algo.
Si no encuentras lo que quieres, miras dentro por si ya está ahí y escuchas cómo puedes vivirlo en este preciso instante.
La magia puede estar en cada momento.
Solo entonces las aparentes murallas o escaleras se viven como una pista de patinaje.
Una y otra vez, sintiendo el presente, se dan encuentros que transforman vidas. Y la mala suerte no tiene sentido. Tampoco los malos días o momentos si los respetas y los amas.
Lánzate, que todo lo grande se disuelve y lo pequeño crece cuando pasas a la acción de no hacer nada. Simplemente sentir, con etiquetas variables a cada momento.