«No me dejes morir solo»

«No me dejes morir solo»

dilluns 20 de juliol 2020 - 10:30
Funeral de Estado por victimas Covid19

Hay mensajes muy emotivos que cruzan todas las barreras y llegan al corazón y a la mente de todos. En el funeral de Estado por las víctimas de Covid-19 hablaron solo tres personas. Ningún político tomó la palabra y el Rey se encargó de clausurar un acto sobrio e institucional.

Lo que más me ha interesado han sido las palabras de Hernando Calleja, hermano del periodista José María Calleja fallecido por el coronavirus, y Aroa López, enfermera supervisora de Urgencias del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Los dos abordaron con sencillez la vertiente humana de la tragedia que ha costado la vida a decenas de miles de personas. No hay una cifra fiable sobre el número de muertos porque tres organismos oficiales ofrecen estadísticas muy superiores a las que nos facilita cada día el doctor Fernando Simón.

Hay cansancio de tantos discursos oficiales durante tantos días sobre estadísticas de infectados, muertos y brotes que siembran la alarma. Las imágenes de funerales o de coches de funerarias se han escondido. La muerte y el dolor que acarrea quedaban neutralizados por los largos parlamentos de presidentes, ministros, consejeros y demás funcionarios. Se ha tenido que recurrir a los medios de comunicación para encontrar visiones complementarias de la realidad. Hernando Calleja y Aroa López han introducido el factor humano en un acto para recordar a las víctimas. Sus parlamentos han sido sinceros, desinteresados, doloridos y humanistas. Es un privilegio triste participar en este acto, ha empezado diciendo Aroa López. Han sido meses de “lucha incansable, compartiendo el dolor de sus familiares y seres queridos”. Nadie de los que han arriesgado su vida por estar más expuestos al contagio ha sido olvidado, desde los médicos a las enfermeras pasando por el personal administrativo, de limpieza, de cocina, de mantenimiento… También a transportistas, tenderos, cajeras, farmacéuticos y cuerpos de seguridad del Estado.

Pero el pasaje de Aroa López que más ha llegado a la conciencia colectiva es cuando se ha referido al haber sido “el último adiós para personas mayores que morían solas, escuchando la voz de sus hijos a través de un teléfono. Hemos hecho videollamadas, hemos dado la mano, y nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía: no me dejes morir solo”.

Es la frase más cruel, más desgarradora y más humana de cuantas se han pronunciado en el funeral de Estado. Son situaciones que te dañan el alma, dijo con tranquilidad y con sentimiento Aroa López. La soledad de morir sin la compañía de los más próximos ha sido posiblemente lo más triste de esta pandemia que por desgracia nos va a acompañar durante tiempo.

 

Article original: foixblog.com

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Sobre l'autor

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Nascut a Rocafort de Vallbona, és llicenciat en periodisme i dret. Va ser director i subdirector de La Vanguardia en diverses etapes des del 1982. Especialista en política internacional i columnista de temes d'actualitat, ha estat corresponsal a Londres i Washington i ha cobert set guerres i viatjat per 82 països. Imatge de Revista Valors.org
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