Había dejado la cosa en la efectiva aparición de vida a partir de componentes inertes. Remato la faena.

En fin, que está archi-demostrado que las biomoléculas se forman a partir de materia inerte (inorgánica). Sí, soy consciente de que hay mucho paleobiólogo que afirma que la aparición de la vida en la Tierra era muy improbable, casi imposible, dadas las inhóspitas condiciones de la biosfera primitiva. Pero, vamos a ver: si las condiciones hacían imposible la aparición y difusión de la vida, ¿por qué carajos se produjo? Si es que es de cajón. Por ello, hay otros científicos –a los que me adhiero-, que sostienen que hay bichos que aguantan lo que les echen: que viven en medios sulfurosos, a 90 grados Celsius de temperatura, en el fondo de los mares marinos, cerca de fumarolas, soportando presiones brutales, bajo los hielos polares, aguantando mecha durante millones de años… En los fondos cálidos de los mares o de las charcas arcillosas recalentadas por el Sol, moléculas de carbono utilizaron la energía térmica para formar aminoácidos complejos, y de ahí a las primeras proteínas, que se empiezan a autorreplicar mediante un tosco ​ARN, a fabricar membranas y tal. En síntesis: que sí, que la vida apareció en aquellas brutales condiciones primigenias, con ciertos bichos adaptados a ellas. Y en este parto, los suelos limosos-arcillosos fueron fundamentales para la aparición, crecimiento y fusión de las biomoléculas en compuestos orgánicos.

Con todo, hay que reconocer que las frías verdades de nuestra era científica resultan desagradables para muchos (Sagan). Nos vemos como miserables huérfanos sin valor en un rincón de un Universo cruel e indiferente. Y eso duele en varias zonas del alma. De ahí el auge de las religiones tradicionales y la aparición de mil y una religiones ad hoc de la soledad y el silencio universal. Moraleja: la libertad de pensamiento es dura y casi siempre conduce a la soledad. Pero es el instrumento que nos hace libres.

¿Que de cuándo datan las primeras formas de vida que hemos localizado en forma de rastro fósil? Pues de hace unos 3.800 milloncejos de años de nada. Esos fósiles -solo tenemos sus rastros fosilificados- son extremadamente primitivos y microscópicos, apenas organismos unicelulares sin núcleo como dios manda ni tronío. Poco después se hicieron un hueco bichos un poco más sofisticados, como las cianobacterias. Gracias a ellas tenemos oxígeno en la atmósfera, pues se tiraron un porrón de años realizando la fotosíntesis, esto es, la transformación de materia inorgánica (minerales y tal), el agua y el dióxido gracias a la energía lumínica, en orgánica y oxígeno. Si no hubieran existido esos tipos, hoy no estaríamos aquí. O tal vez sí: respirando nitrógeno e hidrógeno mediante unas branquias gigantes. A saber…

Desde que la Tierra calmó su furor orogénico, tectónico y químico hasta la aparición de los primeros bichos (bacterias muy simples) solo habrían pasado unos 100 millones de años. Un suspiro en términos geológicos. Pero un gran salto cualitativo, recuerdo. Desde esos primeros bichos a la aparición de las primeras células constructoras de organismos complejos pasó un porrón de años: de los 3.500 millones de años en que se detectan los primeros bichos simples a los 1.500 millones de años que marcan la aparición de los primeros organismos con cierta complejidad, median 2.000 millones de calendarios. Extraño, ¿no? Por otra parte, los bichos capaces de utilizar el oxígeno son los que obtienen más energía, que les vendrá muy bien cuando se dé el gran salto hacia los organismos cada vez más complejos. Veamos un ejemplo de inicios de la complicación de la cosa: un número indefinido de células eucariotas se unen para formar una especie de tubo por el que expulsan los materiales de desecho. ¿A que es bonito? Somos los descendientes de unos eficientes gestores de excrementos.

¿Cómo se empieza a complicar la cosa de la vida? Bueno, en principio aparecen bichos pluricelulares que captan y se mueven en la línea arriba-abajo. Refulgente paso adelante. Por supuesto, las células ya poseen membrana. Otro gran salto implica los movimientos autónomos en la línea adelante-atrás. Pero el paso más refulgente, revolucionario y fastuoso de la cosa evolutiva se produjo con el paso de esas primeras células, vulgares y plebeyas bacterias de ir por casa, a las células eucariotas. Con su núcleo, sus cromosomas, su ADN dentro de estos, y dentro de este último, los genes puestos en fila; sin olvidar su citoplasma y sus mitocondrias y demás. De primera comunión, vamos. El ADN se empaqueta dentro de los cromosomas como si fuera un muelle elástico.

Para tipos como Gould el desarrollo de las eucariotas es el mayor logro de la evolución natural. El paso de las primeras bacterias procariotas a las eucariotas es más trascendental, difícil, incierto y complejo que el de esas células a los grandes mamíferos. En el primer caso, se trata de una revolución cualitativa, en el segundo, solo cuantitativa. Yo no lo tengo tan claro, pero lo dejo ahí para que no se diga que tiro pa casa. ¿Cuándo ocurrió ese refulgente evento? Hace unos 2.500 millones de años de nada. Ayer por la tarde, vamos. Solo unos 1.600 millones de años después de los primeros bichos sin núcleo y demás.

El viejo ​Bob ha ganado el Nobel de LIteratura. Y he brindado por ello. Los tiempos están cambiando, profetizó en 1964. ¡Y cómo han cambiado!

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